Viviendas en Port d'Aro

Se trata de una preciosa marina en plena Costa Brava catalana que se adentra hacia el interior creando unos canales de amarre, con edificaciones de apartamentos alrededor. Desde las terrazas es casi posible tocar las velas de los barcos, se ve el reflejo plateado del agua y penetra su aroma marino. Son viviendas varadas en la orilla y quienes las compran desean tener esta vivencia íntima con el mar. Ese fue el leitmotiv de diversos bloques de apartamentos que hemos ido realizando en esta zona a lo largo de los últimos diez años.

Son apartamentos con el máximo aprovechamiento de los espacios, que siempre poseen grandes terrazas para poder hacer vida afuera, y grandes aberturas, para dejar entrar el paisaje dentro aprovechando la luz, pero protegiéndose del sol. En el subterráneo, rozando el nivel freático, un cómodo sistema de aparcamientos conecta directamente con las casas, y por arriba el uso de la cubierta plana, para crear grandes terrados que se conviertan en jardineras y miradores. La fachada es una piel de ladrillo lacado blanco, con la junta también blanca, que configura una atmósfera marina y luminosa, que además tiene el efecto de rebotar la radiación solar, y por tanto refrescar los interiores. El ladrillo lacado evita tener que pintarlo y garantiza el mismo aspecto sin deterioro ni mantenimiento. Ese recubrimiento se ha convertido en un signo de referencia en la zona, que busca una armonía a pesar de la diversidad tipológica de cada bloque.