Edificio Nevada Milenium

Un envoltorio sensual para las oficinas. Situado en la principal vía de comunicación entre Granada y Armilla, en este solar de formas tan irregulares, solo una figura orgánica era capaz de apropiárselo y ordenarlo. Pero dadas sus dimensiones no fue fácil saber si debían ser una única o dos edificaciones autónomas las que lo ocupasen. Finalmente su forma de ameba propició la forma final del edificio, con una gran entrada central que lo fue desgajando en dos partes, pero que permanecen unidas por el centro. Una especie de división celular, justo detenida un poco antes de su separación. La entrada y el hall es común, pero en seguida dos núcleos de comunicación vertical se subdividen para alimentar la parte sur o norte del edificio. La fachada, cual madeja, busca envolver el edificio para protegerlo de la radiación directa del sol en verano, pero sin embargo permite las vistas y la iluminación natural de todas las oficinas, nadie va a estar sentado a más de doce metros de la fachada, consiguiéndose una optimización del espacio de trabajo con la mínima pérdida de espacios de tránsito.