Discoteca Pacha

Se trataba de diseñar hasta el último detalle de un centro lúdico, con una macrodiscoteca de la famosa cadena Pachá. La experiencia nos la daba algunas reformas de bares y mucha teoría adquirida en largas noches discotequeras. Pero ahora la dimensión era enorme, una gran nave roja aterrizaba en un descampado de Vila-seca para dar cabida a terrícolas con ganas de marcha. Las paredes se inclinaban —antes del deconstructivismo— no por estética, sino para contener menos volumen y reducir la superficie de la costosa cubierta, que se reducía a la mitad. A fin de cuentas la gente baila en el suelo, ¿no? Ahí es donde la superficie era mayor. Una gran estructura metálica minimizaba las columnas con sus voladizos. Adentro, barras inspiradas en el agua, el fuego, la tierra y el aire, ¡todo muy original! Y la pista de baile, sobre una piscina, con pavimento de vidrio. El vaho entelaba la presunta vista de cocodrilos —mecánicos— merodeando bajo los pies danzantes…