Casa Serra Sol

Trabajar sin cliente, a pesar de lo que pueda parecer, es mucho más difícil que cuando lo tienes, incluso aunque éste sea un plasta. Por eso cuando la promotora nos encargó este proyecto de vivienda unifamiliar, conjuntamente con ellos fuimos dibujando un retrato robot de cómo podría ser el futuro usuario: clase media-alta, gusto por la costa pero no playero, amante de la simplicidad, atrevido con las formas modernas, racional y pragmático…

Así surgió una sistema compositivo muy claro: en la planta baja separados por la entrada estaría a un lado el garaje y al otro, la cocina y el estar. Arriba la zona de noche con los cuatro dormitorios. La volumetría también es radical, la planta baja en forma de “L” está revocada y pintada de blanco, la planta superior adopta la forma de una quilla de barco con su proa en el dormitorio suite principal, y está obviamente recubierto de madera. Así, de forma liviana, la casa se eleva sobre una preciosa ladera, pero sin interrumpir la armonía con la vegetación y los colores terrosos del entorno. La casa está hundida respecto a la calle de acceso para encajarse con la pendiente del terreno, que se va escalonando en sus sucesivas estancias, entrada, comedor y salón, con pequeñas escalinatas que le permiten salir a pie plano a la terraza y a su vez a la piscina. Toda la edificación queda arrinconada en un lado de la parcela, para así liberar al máximo el espacio natural de jardín.