Casa Celma

Qué placer cuando has de hacer una casa para alguien que ya sabe lo que quiere, y que además coincide con lo que te gusta. Este fue el caso de esta vivienda unifamiliar aislada, en una ladera boscosa de un pueblo cercano a Barcelona. Fue un proceso muy largo e intenso, visita al solar, enunciado de programa, y luego descubrir cómo quiere vivir cada uno, apreciar las dobles alturas, dejar entrar la naturaleza adentro, buscar materiales integrados, etc. Al ser ingeniero el cliente, no sólo fue definiendo cada rincón, sino que incluso acabó fabricándolo, diseñando mecanismos y recubriendo paramentos con sus propias manos. El resultado es una casa orgullosa de ser como es, feliz de estar donde está, mimetizada con sus habitantes y el entorno, en constante proceso de ajuste.